27.9.08

La pasión de Juana de Arco






La Pasión de Juana de Arco

Titulo original: La Passion de Jeanne d´Arc
Año: 1928
Duración: 110 min.
País: Francia
Director: Carl Theodor Dreyer
Guión: Carl Theodor Dreyer, Joseph Delteil
Fotografía: Rudolph Maté & Goestula Kottula (B&W)
Reparto: Renée Jeanne Falconetti, Eugene Silvain, Maurice Schutz, Michel Simon, Antonin Artaud, André Berley.




Reseña

Pero mientras los Estados Unidos decían adiós al cine mudo, en Francia se rodaban las últimas obras maestras de la era silente: Un Perro Andaluz de Luis Buñuel y Salvador Dalí, y La Pasión de Juana de Arco del danés Dreyer.
Considerado por algunos como el más grande director del cine mudo, Carl Theodor Dreyer llegó a Francia después de realizar una importante carrera internacional en Suecia, Alemania, Noruega y su natal Dinamarca. Su aversión a los convencionalismos formales lo llevó a explorar el lenguaje cinematográfico hasta sus límites más extremos; prueba de ello es la audacia formal apreciable en La Pasión de Juana de Arco, filme que lo consagró definitivamente.
Aunque el uso de los primeros planos era ya un recurso común en el cine de la época, Dreyer fue el primero que los utilizó como un medio para proyectar el interior de sus personajes. Con justa razón, este filme es conocido como la obra maestra del close-up. En él, los acercamientos no poseen una función demostrativa o explicativa, sino que intentan establecer una conexión emocional entre el público y los protagonistas.
La Pasión de Juana de Arco contiene la que quizás sea la mejor actuación cinematográfica de la historia, a juicio de innumerables críticos y especialistas. La interpretación de Renée Marie Falconetti en el rol principal posee una fuerza capaz de traspasar la pantalla y penetrar en el alma de los espectadores. Su rostro doloroso, ausente de maquillaje, es una de las imágenes más impactantes y bellas de la cinematografía mundial. Hay quienes afirman que Dreyer mantuvo hipnotizada a la actriz durante todo el rodaje para lograr arrancarle hasta la última gota de sus fuerzas.




Fuente: Cinema 16, por Maximiliano Maza

Entreacto








Título Original: Entr'acte

País: Francia

Año: 1924

Guión: Francis Picabia y René Clair

Director: René Clair

Fotografía: Jimmy BerlietMúsica: Erik Satie y Henri Sauguet

Producción: Rolf de Maré

Duración: 22 minutos

Intérpretes: Jean Börlin, Inge Frïss (Mlle Frïss), Francis Picabia, Marcel Duchamp, Man Ray, Darius Milhaud, Marcel Achard, Georges Auric, Georges Charensol, Roger Le Bon, Jean Mamy, Rolf de Maré, Erik Satie, Pierre Scize, Louis Touchages.











Rene Clair







Esta extraordinaria película del director René Clair fue originalmente hecha para llenar el intervalo entre dos actos del nuevo ballet de Francis Picabia, Relâche, en el Théâtre des Champs- Elysées en Paris en 1924. Picabia había escrito la sinopsis de la película en una hoja de anotador, la cual envió a René Clair. Esto formo las bases de lo que terminó apareciendo en pantalla, con algunas improvisaciones adicionales. La música de la película fue compuesta por el famoso compositor vanguardista Erik Satie, quien aparece en la película, junto con su creador, Francis Picabia. El fotógrafo surrealista Man Ray también aparece en pantalla, en una película que curiosamente se parece a sus propias películas experimentales de la época.





Fotograma de la película




Las imágenes sueltas reflejan el interés de Clair en el movimiento Dadaísta, un acercamiento al arte visual relacionado con la experimentación y el expresionismo. Clair le da vida a objetos inanimados, ataca las convenciones, incluso la sobriedad de una marcha funeraria.

Imagen de la película




Para esta producción, los Dadaístas colaboraron en el proyecto inventando una nueva moda de producción: instantanéisme. La película completa dura unos 22 minutos usando técnicas como gente corriendo en cámara lenta, cosas sucediendo en reversa, ver a una bailarina de ballet bailar desde abajo, ver un huevo sobre una fuente de agua ser disparado e instantáneamente convertirse en un pájaro y ver a la gente desaparecer.
En cuanto a lo que significa la película, eso es algo que nadie podría adivinar. Como todo buen arte surrealista hay una infinidad de posibles interpretaciones, y la apreciación y entendimiento de la película es nada más que una experiencia subjetiva. Los temas que parecen dominar el trabajo son la muerte, mortalidad y el apresurado paso de la tecnología. Por lo tanto, una posible interpretación es que la película se burla de los intentos de la humanidad por sobrellevar la brevedad de su existencia. Mientras la humanidad progresa, el hombre debe correr más rápido para lograr encajar más y más en un periodo de vida limitado. Podría el titulo de la película Entreacto representar ese corto periodo que llamamos “vida”, que es tan breve como un intervalo entre dos actos de una duración eterna.


El Perro andaluz




Un perro andaluz, 1928

(Un chien andalou)

Francia. 25 min.
Blanco y negro.
Versión original silente con música.

Dirección: Luis Buñuel
Producción: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel y Salvador Dalí
Dirección de Fotografía: Albert Duverger
Diseño de Producción: Schilzneck
Música: Fragmentos de "Tristán e Isolda" de Wagnery un tango argentino
Edición: Luis Buñuel

Reparto:
Pierre Batcheff (el ciclista)
Simone Mareuil (la joven)
Fano Mesan (el andrógino)
Luis Buñuel (el hombre que corta el ojo)
Xaume Miravitlles (un seminarista)
Salvador Dalí (otro seminarista)







Luis Buñuel


Sinopsis

En una noche clara, un hombre corta el ojo de una joven mientras una nube pasa delante de la luna.

Ocho años después, un ciclista se accidenta en la calle. La misma joven lo socorre y lo besa. En una habitación, el ciclista acosa a la joven pero un incidente callejero los distrae. Un personaje andrógino juega con una mano cortada y es atropellado. El ciclista continúa acosando a la joven. Aparece un "doble" y castiga al ciclista hasta que éste le dispara. Finalmente, la joven sale al mar y se encuentra con otro hombre. En la primavera, los torsos de la joven y de su nuevo acompañante aparecen enterrados en la arena, devorados por los insectos.


Luis Buñuel

Comentarios

Radicado en París, Luis Buñuel se había acercado al cine como consecuencia de su admiración por las obras de Eisenstein, Lang y Murnau. Con escasa experiencia técnica y con un presupuesto muy limitado, Buñuel acometió la empresa de realizar la cinta que se convertiría en el manifiesto fílmico del Surrealismo.

La película tuvo uno de los procesos de producción más originales e irrepetibles de la historia. En palabras del propio Buñuel, "Un perro andaluz nació como la confluencia de dos sueños". Salvador Dalí lo invitó a pasar unos días en su casa y al llegar, Buñuel le platicó un sueño en donde una nube cortaba la luna, mientras un cuchillo cercenaba un ojo. Entusiasmado, Dalí le dijo que él había visto en sueños una mano llena de hormigas. La idea de hacer una película a partir de esas imágenes les pareció fascinante y en seis días tenían escrito el guión.

La identificación entre ambos era tal que no había discusión. Trabajaron acogiendo las primeras imágenes que les venían a la mente, sin detenerse a evaluarlas. La única regla que se impusieron era rechazar toda idea o imagen que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural.
Buñuel contaba con 12,500 pesetas que le había proporcionado su madre, por lo que decidió producirse a sí mismo su debut como cineasta. A su regreso a París, contactó a los actores, al fotógrafo Duverger y a los estudios de Billancourt, donde se rodó la película en quince días.





Buñuel, según Dalí





Según Buñuel: "los intérpretes no sabían nada de lo que estaban haciendo [...] Yo le decía a Batcheff: mira por la ventana como si estuvieras escuchando a Wagner. Pero él no sabía qué estaba mirando."
Aunque simpatizaba con las extravagancias de los surrealistas, Buñuel no se había integrado aún al grupo cuando filmó "Un perro andaluz". Una vez terminada la película, un amigo común lo presentó con el fotógrafo Man Ray, quien sí pertenecía al movimiento. Ray acababa de filmar un documental sobre la mansión de los vizcondes de Noailles y andaba buscando un complemento para el programa de exhibición.


Al ver la cinta, Ray le recomendó a Buñuel que la exhibiera cuanto antes y lo presentó formalmente ante el grupo. Aceptado por los surrealistas como uno de los suyos, Buñuel estrenó "Un perro andaluz" en 1928, ante un público que se deshacía en aplausos.

De esta manera iniciaba la larga carrera del genial director aragonés. Su siguiente película, "La edad de oro", suscitaría un escándalo que aún se recuerda en las calles de París.



Documentación y comentarios:

Maximiliano Maza
http://cinema16.mty.itesm.mx

25.9.08

Antonin Artaud



Antonin Artaud, diminutivo de tradición familiar del poeta, dramaturgo y actor francés Antoine Marie Joseph Artaud (quien luego lo usaría definitivamente para distinguirse de su padre), nació el 4 de septiembre de 1896 y falleció el 4 de marzo de 1948. Artaud es autor de una vasta obra que explora la mayoria de los géneros literarios, utilizándolos como camino hacia un arte "absoluto y total"



Contexto histórico en que aparece Artaud

Para comprender su concepción del teatro y la caracterización de su modelo de actuación es necesario referirse a las influencias estéticas e ideológicas de Artaud. Heredero del dadaísmo, (movimiento que pretendió romper con todas las convenciones con respecto al arte) forma parte posteriormente del movimiento surrealista, de cuya central fue director en 1925. De esta unión (durante la década del veinte), surgen en parte sus ideas más revolucionarias respecto del teatro, en esta línea publicó una serie de tratados significativos, como “Ombligo de los limbos” y “El pesa-nervios”
Ref:s/Dadaísmo:
http://es.wikipedia.org/wiki/Dada%C3%ADsmo



Magritte



Su inclinación al movimiento surrealista surge en relación a una visión anti burguesa de la vida y el arte., Artaud diagnosticó la enfermedad de la sociedad y la necesidad de su curación, a partir de una experiencia teatral de características rituales.-


Arte y vida se identifican a través de la ruptura de las convenciones tradicionales. El inconsciente y su verdad pura, sin los condicionantes mentirosos de la razón, se imponen. Anti-arte y anti-razón. Automatismos que permiten que la verdad del inconsciente aflore a la luz. Yuxtaposición de sueño y realidad, rechazo de la palabra, culto del yo. Este es el ambiente cultural de Artaud.-



Danza- Teatro balines


Es fuertemente influenciado por el teatro balinés que resumía para él las diferencias entre la cultura oriental y la occidental: la primera, mística; la segunda, realista; una confiaba en los gestos y en los símbolos; la otra, en el diálogo y en las palabras. El Teatro de Bali utilizaba la escena para el ritual y la trascendencia; el teatro occidental, para la ética y la moralidad y justamente contra esto se vuelve su concepción del arte.


Admiró profundamente la actitud de los actores balineses, entregados a un teatro que pretende trascender la realidad, entrar en contacto con la vida interior, arrancar las máscaras para alcanzar el subconsciente. Los personajes representaban estados metafísicos, la acción se presentaba en fragmentos simultáneos y múltiples; se eliminaba la comunicación verbal, reemplazándosela por sonidos y ademanes que, juntamente con varias configuraciones físicas, formaban imágenes jeroglíficas.- (Ref. al Teatro KABUKI)



Artaud como Marat en "Napoleón" de Abel Gance


Sus primeras obras

El ombligo de los limbos

Una sensación de quemadura ácida en los miembros, músculos retorcidos e incendiados, el sentimiento de ser un vidrio frágil, un miedo, una retracción ante el movimiento y el ruido. Un inconsciente desarreglo al andar, en los gestos, en los movimientos. Una voluntad tendida en perpetuidad para los más simples gestos, la renuncia al gesto simple, una fatiga sorprendente y central, una suerte de fatiga aspirante. Los movimientos a rehacer, una suerte de fatiga mortal, de fatiga espiritual en la más simple tensión muscular, el gesto de tomar, de prenderse inconscientemente a cualquier cosa, sostenida por una voluntad aplicada. Una fatiga de principio del mundo, la sensación de estar cargando el cuerpo, un sentimiento de increíble fragilidad, que se transforma en rompiente dolor (...)
— Antonin Artaud, L'ombilic des limbes, 1925


El pesa-nervios

Bajo esta costra de hueso y piel, que es mi cabeza, hay una constancia de angustias, no como un punto moral, como los razonamientos de una naturaleza imbécilmente puntillosa, o habitada por un germen de inquietudes dirigidas a su altura, sino como una decantación. En el interior, como la desposesión de mi sustancia vital, como la pérdida física y esencial (quiero decir pérdida de la esencia) de un sentido.
— Antonin Artaud, Le Pèse-Nerfs, 1927

Van Gogh el suicidado de la sociedad

Se puede hablar de la buena salud mental de van Gogh quien, en toda su vida, no hizo sino hacerse cocer una mano y no hizo más, de resto, que tajarse una vez la oreja izquierda, en un mundo en el que se come cada día vagina cocida en salsa verde o sexo de recién nacido, flagelado y enrabiado, tal como fue recogido al salir del sexo materno.
— Antonin Artaud, Van Gogh le suicidé de la société, 1947

Para acabar con el Juicio de Dios ó Para acabar de una vez por todas con el Juicio de Dios

Donde huele a mierda huele a ser. El hombre bien habría podido no defecar, no abrir nunca el bolsillo anal, pero escogió cagar como habría podido escoger la vida en lugar de consentir en vivir muerto. Puesto que para no defecar, habría tenido que consentir en no ser, pero no pudo resolverse a perder el ser, es decir a morir en vida. Hay en el ser algo particularmente tentador para el hombre y ese algo es justamente LA MIERDA. (aquí rugidos.)
— Antonin Artaud, Pour en finir avec le jugement de dieu, 1947



Artaud en "Juana de Arco"
Antonin Artaud – Actor

Su incursión en la práctica teatral fue cuando se unió al grupo de Teatro del Atellier de Dullín en 1921, fue aquí donde empezó a obsesionarse con el potencial que poseía el teatro para romper con el realismo, el tratado “La evolución de la escenografía” fue publicado por el periódico “Comedia” en 1924 y formó parte de uno de los tratados de su obra “El teatro y su doble” (1938), este texto hubo de convertirse en el manifiesto de los revolucionarios del teatro nacidos en medio del fermento político de los años 60.


Pintura surrealista. Magritte

Fundó dos grupos de teatro que coinciden con dos épocas de intensa actividad, estas fueron: Teatro Alfred Jarry, en homenaje al precursor del surrealismo, que realizó cuatro espectáculos en París, entre ellos “El sueño” de A. Strimberg y el otro grupo es el conocido como “Teatro de la crueldad”, que sólo alcanzó a llevar a escena un espectáculo en 1935, fue la adaptación de la obra de Shelley “Los Cenci”

El teatro de la crueldad, había sido concebido bajo la concepción de que "la esencia de la vida es cruel y que no cabe en ella la redención.”

Mas tarde la desaparición de este proyecto hizo que Artaud se separara definitivamente del teatro. A esto le siguieron viajes por el mundo en busca de culturas primitivas como la de los TARAHUMARAS en México y un período de nueve años dentro de hospitales psiquiátricos.
Luego trabajó en un programa de radio donde grabó tres programas, el último titulado “Para poner fin al juicio de dios”, el cuál fue censurado por considerarlo blasfemo. Así fue como el espíritu de Artaud quedo devastado


Su filosofía se basaba en un teatro afectivo ajeno a las formas legitimadas de la representación teatral.

Su verdadera obsesión radicó en el concepto de la estructuración del inconciente y la desconstrucción de signos y sistemas de significación, daba como ejemplo la codificación de los teatros asiáticos tradicionales.






Pensamiento de Artaud

“El surrealismo nunca fue para mí más que una nueva especie de magia. La imaginación que tiene por objeto hacer aflorar a la superficie del alma lo que habitualmente tiene escondido, debe necesariamente producir profundas transformaciones en la escala de las apariencias, en el valor de significación y en el simbolismo de lo creado. El más allá, lo invisible rechazan la realidad”. Ref.: Artaud

La obsesión de encontrar la realidad en otra más profunda, pura y primitiva lo lleva a pensar en su viaje a México y practicar los “ritos del peyote” entre los indios Tarahumaras.

“La noción de una vida apasionada y convulsiva ya se había perdido en Europa y que subyacían en cosmogonías más antiguas que las cristianas”.Ref.: Artaud
De esto surge el proyecto de “La conquista de México”, cuya importancia radica en la concreción de las ideas sobre el “Teatro de la crueldad”

“el teatro debe buscar su propio lenguaje y no en el texto sino en el espacio” Ref. Artaud



Antonin Artaud. El metafísico del teatro

Como peste el teatro es una formidable invocación a los poderes del espíritu, a la fuente misma de los conflictos.
El teatro, como la peste, ha sido creado a imagen de esa matanza, de esa separación esencial. Desata conflictos, libera fuerzas desencadena posibilidades, y si esas posibilidades y esas fuerzas son oscuras no son la peste o el teatro los culpables, sino la vida.
El teatro, como la peste, es una crisis que se resuelve en la muerte o la curación y la peste es un mal superior porque es una crisis total, que solo termina con la muerte o una purificación extrema.


La puesta en escena y la metafísica

Lucas van Leyden Obra:” Las hijas de Lot”


Artaud decía que esta pintura es la que debiera ser el teatro si supiese hablar su propio lenguaje.


¿Cómo es posible que para el teatro occidental no haya otro teatro que el del diálogo?
El diálogo- cosa escrita y hablada- no pertenece específicamente a la escena, sino al libro, como puede verse en todos los manuales de historia, donde el teatro es una rama subordinada de la historia del lenguaje hablado.
En todo caso, un teatro que subordine al texto la puesta en escena y la realización- es decir, todo lo que hay de específicamente teatral – es un teatro de idiotas, de locos, de invertidos, de gramáticos, de antipoetas, de positivistas, es decir occidental.


Los balineses y el teatro

Los balineses con su dragón imaginario, y todos los orientales, no han perdido el sentido de este miedo misterioso, en el que reconocen uno de los elementos más conmovedores del teatro ( y en verdad el elemento esencial).
En el teatro oriental de tendencias metafísicas, opuesto al teatro occidental de tendencias psicológicas, todo este complejo de gestos, signos, actitudes, sonoridades, que son el lenguaje de la realización y la escena, ese lenguaje que ejerce plenamente sus efectos físicos y poéticos en todos los niveles de la conciencia y en todos los sentidos, induce necesariamente al pensamiento a adoptar actitudes profundas que podrían llamarse metafísica- en- acción.
Hacer metafísica con el lenguaje hablado es hacer que el lenguaje exprese lo que no expresa comúnmente. Es considerar al lenguaje como una forma de encantamiento.



El teatro Alquímico

Hay entre el principio del teatro y el de la alquimia una misteriosa identidad de esencia. Los misterios órficos que subyugaban a Platón tenían sin duda en el plano moral y psicológico algo de este aspecto trascendente y definitivo del teatro alquímico, y con elementos de una extraordinaria densidad psicológica evocaban en sentido universo los símbolos de la alquimia que proporcionaban el medio espiritual de decantar y transfundir la materia, evocaban la transfusión ardiente y decisiva de la materia al espíritu.



Del teatro balines

Los balineses, que cuentan con gestos y mímicas para todas las circunstancias de la vida, nos restituyen el mérito superior de las convenciones teatrales, la eficacia y el valor extremadamente emotivo de cierto número de convenciones perfectamente aprendidas y sobre todo aplicadas.
El teatro balines: espectáculo de una vida superior y preescrita. Tiene solemnidad de un rito sagrado.
Se advierte en el teatro balines un estado anterior al lenguaje, y capaz de elegir su propio lenguaje: música, gestos, movimientos, palabras. Y no sabe Artaud que otro teatro se atrevería a mostrar así, como al natural, las penas de un alma presa de los fantasmas del más allá.
Teatro oriental y teatro occidental
Unir el teatro a las posibilidades y expresiones de la forma, y el mundo de los gestos, ruidos, colores y movimientos es devolverle su primitivo destino, restituirle su aspecto religioso y metafísico, reconciliarlo con el universo.




El dominio del teatro hay que decirlo no es psicológico, sino plástico y físico.
En el teatro occidental la palabra se emplea solo para expresar conflictos psicológicos particulares, la realidad cotidiana de la vida.
El lenguaje hablado expresa fácilmente los conflictos, y ya permanezcan en el dominio psicológico o se aparten de él para entrar en el dominio social. Pero por su misma naturaleza estos conflictos morales no necesitan en absoluto de la escena para resolverse.
En el teatro oriental de tendencias metafísicas, opuesto al teatro occidental de tendencias psicológicas las formas asumen sus sentidos y sus significaciones en todos los planos posibles: Producen una vibración que no opera en un solo plano sino en todos los planos del espíritu y el teatro oriental, por la misma multiplicidad de aspectos, puede así perturbar y encantar y excitar continuamente al espíritu.


Teatro de la crueldad
Significa teatro difícil y cruel ante todo para mí mismo. No somos libres. Y el cielo se nos puede caer encima. Y el teatro ha sido creado para enseñarnos eso ante todo.
Primero por medios grotescos. Por eso en el teatro de la crueldad el espectador está en el centro. Y el espectáculo a su alrededor. En ese espectáculo la sonorización es constante: los sonidos, los ruidos, los gritos son escogidos ante todo por su calidad vibratoria, y luego por lo que ellos representan.
Entre esos medios que se redefinen gradualmente está la luz. Y la luz de una caverna verde no comunica al organismo la misma disposición sensual que la luz de un día ventoso.
Tras el sonido y la luz, llega la acción, y el dinamismo de la acción: aquí el teatro, lejos de copiar la vida intenta comunicarse con las fuerzas puras.



Primer manifiesto. Teatro de la crueldad.


En vez de insistir en textos que se consideran definitivos y sagrados importa ante todo romper la sujeción del teatro al texto, y recobrar la noción de una especie de lenguaje único a medio camino, entre el gesto y el pensamiento.
Puesta en escena: No se trata de suprimir la palabra hablada, sino de dar proximidad a las palabras, la importancia que tienen en los sueños.



La crueldad es ante todo lúcida, es una especie de dirección rígida, de sumisión a la necesidad. La vida es siempre la muerte de alguien.
Trabajo realizado por:
Patricia Carro, Sonia Boll, Matías Tisocco, Leandro Prieto, Santiago Deschle y Diego Araujo

24.9.08

El teatro en la historia: El teatro en la historia: Eisenstein

El teatro en la historia: El teatro en la historia: Eisenstein SXX Meyerhold

Meyerhold





Su vida. Relación con Stanislavski. La biomecánica. Constructivismo. Sus propuestas.


Vsevolod Emílievich Meyerhold; Penza, 1874 - Moscú, 1942, Director y teórico teatral ruso, una de las figuras clave del teatro contemporáneo junto a Stanislavski, del que se separó buscando un camino propio que le llevó a establecer la teoría teatral de la convención consciente y el método interpretativo que bautizó como Biomecánica.




El Magnanimo Cuckold 1922



Al cumplir los veintiún años cambió su nombre original (Karl Theodor Kasimir) por el de Vsevolod, en homenaje a Vsevolod Garsin, joven escritor pesimista que se había suicidado.
Se trasladó a Moscú para cursar estudios de Derecho, y acabó por abandonarlos para estudiar en la Escuela Dramática de Nemirovich-Dantchenko en 1896. Inició su carrera como actor en 1898 al lado de Stanislavski en el recién creado Teatro de Arte de Moscú. Allí representó fundamentalmente obras de Chéjov, entre las que destaca su interpretación en La Gaviota (1898).
Cuatro años después abandonó el Teatro de Arte, en desacuerdo con los principios naturalistas defendidos por su director y contra las técnicas stanislavskianas de reproducción de los estados de ánimo en escena. A partir de entonces se centró en el desarrollo de su teoría interpretativa, que finalmente acuñó con el nombre de Biomecánica. Tras un viaje a Italia, organizó una temporada teatral en Tiflis en la que dio más importancia a la concepción plástica, lumínica y móvil del escenario que a la psicofísica del actor, pero no fue entendido por el público.
En 1905 fue llamado por Stanislavski para dirigir el Primer Teatro Estudio del Teatro de Arte, laboratorio de carácter experimental, donde produjo obras simbolistas en las que los actores se movían como personajes estilizados. De las relaciones de estos dos grandes directores, el propio Meyerhold dijo: "El problema fundamental del teatro contemporáneo es preservar el don de la improvisación que posee el actor, sin transgredir la forma precisa y complicada que el director ha de conferir al espectáculo. Stanislavski piensa igual que yo; ambos abordamos la solución de la tarea, como los constructores del túnel bajo los Alpes: cada uno avanza por su lado, pero en el medio nos encontraremos seguramente". Sin embargo, la fallida revolución de 1905 provocó el fracaso del Estudio, que no tuvo una proyección práctica.




El Baño



Meyerhold pasó a colaborar como director en la compañía de la actriz Vera Komisarjévskaia, en su teatro de San Petersburgo, desde noviembre de 1906 con el estreno de Hedda Gabler, de Ibsen. La concepción del escenario como una construcción, una estructura de escaleras, plataformas y planos en los que se inserta el actor como un engranaje más, que permite una expresividad actoral más plástica que psicológica, fue considerada por Vera Komisarjévskaia como un desprecio a la labor del actor, y Meyerhold fue despedido. Para subsistir dirigió durante diez años los Teatros Imperiales bajo la promesa de no tratar de escandalizar al público con sus experimentos. Siguió con sus investigaciones bajo el nombre supuesto de Doctor Dapertutto, divulgando sus logros por medio de conferencias, luego publicadas.



La muerte de Tarelkin 1922



Para Meyerhold, el teatro ha de ser diferente de la realidad cotidiana, ya que es un arte puramente convencional. Basa sus ideas en el adiestramiento del cuerpo del actor mediante una serie de ejercicios, encaminados a la traducción inmediata en movimientos, actitudes y gestos de los estados de ánimo y reacciones íntimas del personaje. Además, en sus montajes más destacados (El profesor Bubus, El inspector, de Gogol, La Chinche y El Baño, de Maiakowski) así como en los distintos escritos que publicó, sistematiza su idea de un teatro de convención consciente, caracterizado por que el espectador no olvida ni un instante que tiene delante a un actor que representa un personaje.
El teatro de la convención consciente se opone al procedimiento de la ilusión de verdad que acuña el Naturalismo, defensor de la reproducción en la escena de los ambientes y problemas de la vida cotidiana, con el objetivo de hacer de los personajes una repetición de tipos reales. Estaba en contra de la cuarta pared, dejaba encendidas las luces de la sala, suprimía el telón y permitía que los espectadores viesen las paredes de ladrillo del fondo del teatro para que no olvidasen que estaban asistiendo a una representación.



Meyerhold, Maiakovski y otros


Su perfil político quedó definitivamente remarcado cuando, tras el estallido revolucionario de Octubre de 1917, se unió a Block y a Maiakowski respondiendo al llamamiento lanzado por el Primer Ministro Lunacharski sobre la nueva cultura. Meyerhold se adhirió al Partido Comunista y fue nombrado director de la sección teatral de la Comisaría de Instrucción Pública; se convirtió, así, en el artista más importante del nuevo teatro soviético. Reivindicó el papel del actor como trabajador.
Los teatros pasaron a formar parte de un nuevo organismo gubernamental conocido como T.E.O. y a Meyerhold se le encomendó dirigir el de Petrogrado, antigua San Petersburgo, en el que estrenó Misterio Bufo, de Maiakovski, para celebrar el primer aniversario de la Revolución Rusa (1918). Poco tiempo después las autoridades movilizaron a todos los trabajadores del teatro para luchar en los frentes, tras el estallido de la guerra civil. En el mes de junio de 1919, acosado por el hambre, partió hacia Yalta. En este viaje fue apresado por el bando de los mencheviques, que lo condenaron a muerte, aunque pudo salvarse poco tiempo antes de la victoria bolchevique.
Pero fue en 1923, después de intensos estudios sobre la Biomecánica y tras mantener estrechos contactos con el recién aparecido Constructivismo, cuando la figura de Meyerhold cobró mayor relieve institucional. Con la edición de un libro homenaje a su labor, titulado Vsevolod Meyerhold, se inició una nueva etapa que quedó remarcada en el XI Congreso del Partido Comunista Ruso, que preconizó la realización de una literatura comunista que se opusiera, por sus tendencias, temas y forma, a la acción disgregadora de la literatura burguesa.
Poco después, el 2 de abril, se celebró en el Teatro Bolshoi de Moscú el quincuagésimo aniversario del director y el vigésimo quinto de su vida teatral; en dicho acto recibió el reconocimiento de "Artista del Pueblo". Coincidió esta etapa con la corriente denominada "estilo urbanístico", desarrollada por algunos directores de escena rusos, que presentaban la ciudad occidental como un conglomerado de perversidad y tentaciones. Destacó, dentro de esta tendencia, el espectáculo El lago de Ljul, de Alesksey Fajko.
Meyerhold, Eisenstein, otros.

Meyerhold trabajó con los artistas constructivistas y llenó sus espacios escénicos de plataformas móviles, escaleras y tarimas, sobre las que los actores ejecutaban movimientos precisos y mecánicos. La que se reconoce como su cima creativa llegó en 1926 con los montajes de El inspector, de Nikolai Gógol, una revisión radical del clásico ruso, y El cornudo magnífico, de Crommelynck. Esta obra trata de las relaciones entre un marido, una esposa y su amante; Meyerhold trasladó la expresión de las vivencias interiores a formas abstractas. Por ejemplo, el amante caía desde un tobogán en los brazos de la esposa, expresando su alegría por medio de saltos.



Afiche teatral de Meyerhold

En 1925 había sido promulgada la que se conoce como "política del partido en el terreno de las Bellas Artes", en la que se produjo un encuentro entre los distintos grupos y asociaciones literarias: desde los Futuristas, al Frente de la Literatura de Izquierdas, los Grupos Proletarios o la Liga de los Poetas Campesinos. Los primeros años de la década de los treinta le llevaron de gira por Europa, principalmente a Berlín y a París, y alumbraron su obra La reconstrucción del teatro. Esto coincidió con una serie de medidas destinadas a conseguir que el teatro contribuyera más activamente a la construcción del socialismo.
La dama de las camelias, en 1934, le valió las más severas críticas de su carrera y constituyó el último éxito para la actriz y esposa de Meyerhold, Zinaida Rajch, en un momento en el que se proclamó el realismo socialista como conclusión máxima extraída del Primer Congreso Pan-Unionista de escritores, que había sido presidido por Gorki y que promulgó la aparición del denominado "héroe positivo". Al mismo tiempo, Stalin anunciaba la agudización de la lucha de clases. Meyerhold fue acusado de formalista y cayó en desgracia. Otros discípulos de Stanislavski, que seguían fieles al realismo psicológico, apoyado por las autoridades como medio de educación de masas, le ofrecieron la oportunidad de retractarse públicamente, a lo que se negó.
La primera imputación que se le hizo de "desvionismo" tuvo lugar en 1936 y Meyerhold se defendió con una conferencia en Leningrado titulada "Meyerhold contra el Meyerholdismo", que intentaba salir al paso de aquellos que se declaraban sus discípulos y no eran más que meros imitadores. El arranque del periodo más oscuro de su trayectoria artística y personal tuvo sus momentos más tensos en la asamblea de directores del mismo año, en la que se atacó duramente al Formalismo. Meyerhold mantuvo sus posiciones frente a la postura general.
Con la imposición de lo que se ha denominado "fotografismo burgués" como estilo oficial, Meyerhold sufrió los ataques de la prensa y la desvalorización de su obra de una manera oficial. Perdió su teatro y esto le llevó a aceptar el cargo de director de ensayos en el teatro de ópera que dirigía su amigo y antiguo maestro, Stanislavski, pero el fallecimiento del maestro le dejó sin apoyos.

El 15 de julio de 1939, su mujer, Zinaida Rajch, apareció degollada en su domicilio, lo que aumentó sus dificultades y sospechas, que le llevaron a enviar una carta al fiscal de la U.R.S.S., a finales del mismo año, denunciando las presiones físicas y psíquicas de las que estaba siendo objeto para conseguir una declaración. Así, el 1 de febrero de 1940, después de meses de prisión y tortura, un tribunal militar le condenó a a la pena capital y parece que fue fusilado el 2 de febrero. Su muerte fue silenciada. Su nombre estuvo prohibido en todas las publicaciones rusas hasta 1955, año en el que fue rehabilitado por la Comisión Militar de la Corte Suprema. Fue 1968 la fecha en que se publicó en su país la casi totalidad de su obra, que ha tenido una importante influencia en la escena soviética y europea.
Puesta de El Inspector, de Gogol

Algunas aclaraciones con respecto a la teoria de Meyerhold:

Biomecánica: Estudia los movimientos del hombre y del animal.

Octubre teatral: Movimiento político que se proponía luchar contra e academisismo del antiguo régimen, agregaba además que el actor pertenecía al pueblo y es un obrero en la escena. Meyerhold dirigió el Octubre Teatral.

Constructivismo: Se suprime todo aquello que no sirva funcionalmente al actor en la escena, no habrá adornos para la vista, hará desaparecer la concha del apuntador. Concepción constructivista del decorado.
Trabajo realizado por:
Mariano Solero, Zaira Prozapas, Anahí Bogado, Natalia Isam, Javier Schonholz.

12.9.08

El teatro en la historia: Comienzos del S XX

El teatro en la historia: Comienzos del S XX

Eisenstein





El acorazado Potemkin
Bronenossez Potjomkin


Dir: Sergei Eisenstein
Intérpretes: A. Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Ivan Bobrov, Mikhail Gomorov.
Música: Nicolas Krioukov
Fotografía: Edouard Tissé
Duración: 75 min.
Año: 1925
Origen: URSS







Una de las películas más aclamadas de todos los tiempos. Se rodó para la conmemoración del vigésimo aniversario de la revolución rusa de 1905. Narra la sublevación de los marineros del Potemkin y el apoyo que éstos reciben por parte de la población de Odessa.

En un principio, el director quiso narrar toda la revolución, pero después pensó que era mejor contar un ejemplo que simbolizase como fue la totalidad de la lucha. La escena en que los habitantes de la ciudad son reprimidos por las fuerzas de seguridad en las escalinatas constituyó una revolución en el montaje y es, quizás, la más famosa de la historia del cine. Su fuerza reside en las oposiciones, por ejemplo entre el movimiento caótico de las masas y el rítmico de los soldados. Sólo por esta escena la película se convirtió en referencia obligada para todas las escuelas de cine del mundo. Eisenstein ensayó con mucho cuidado y de forma meticulosa todos los movimientos. Hasta el punto de utilizar el "Doce Apostoles" buque gemelo del Potemkim. Le gustaba el rodaje en exteriores naturales y la participación de actores no profesionales. El método de Eisestein durante el rodaje se redujo a un constante: Ritmo, movimiento y repetición. Con un enfrentamiento entre el movimiento caótico (masas revolucionarias) y el movimiento rítmico (soldados zaristas) y entre el movimiento hacia abajo (cochecito de la escalinata) y el movimiento hacia arriba (masas agolpadas en la escalinata). Brian de Palma rodó Los Intocables (1986) y copió la escena del cochecito de El Acorazado Potemkim y la situó casi idéntica en su película.Esta escena del cochecito llena de angustia y tensión, fue cortada en Alemania antes de su exhibición. Una exhibición de la que quedaban excluidos los militares alemanes.






Sintesis
La tripulación del acorazado se niega a comer el rancho de carne podrida. El despotismo y la intransigencia de los mandos ante esta reivindicación condujeron a un motín de grandes dimensiones. Los marineros se hicieron rápidamente con el control del navío, donde sustituyeron la bandera zarista por la roja de la revolución. Se dirigieron a Odessa y allí apoyaron una huelga general revolucionaria del pueblo que fue dispersada de forma intransigente por los cosacos zaristas.


7.9.08

Gordon Craig

Gordon Craig (1872- 1966)



Actor, productor, director de escena y escenógrafo británico.

¿Cuál es el valor de Craig? Fundamentalmente el de haber convertido el escenario en laboratorio de experiencias, el no limitarse a una conducta más o menos garantizada por el uso y buscar siempre nuevas soluciones Después, el de la simplicidad. Jacques Rouche, seguidor incondicional de Craig, es informado por uno de sus colaboradores sobre la experiencia que acaba de presenciar en los talleres de la "Arena Goldoni": "El decorado se simplifica de tal modo, que son, sobre todo, las variaciones de luz, quebrándose sobre volúmenes diferentes, las que constituyen la elocuencia del decorado. En suma, parece que quiere llegar con sus simplificaciones planas a una fluctuación musical del decorado, a meterlo en el tiempo para unirlo al drama. Hasta el presente los decorados hechos por pintores o sus sucedáneos, eran andrajos inmóviles que colgaban en torno a una acción en movimiento.




Desea que su decorado, moviéndose como una nota, proyecte los momentos del drama como la música sigue y exalta todos los movimientos, que progrese como el drama. Es lo que he creído comprender en lo que me ha enseñado. La dilatada obra de Craig ha influido enormemente en el teatro posterior, pero lo ha hecho en su superficie, en el estilo general de una puesta en escena, en la forma y modo de fundir la escenografía con los trajes y la luz. De este modo, las ideas de Craig iban a influir directamente en las primeras manifestaciones expresionistas,.






En cada país de Europa, algunos hombres han hecho realidad las ideas emitidas por Gordon Craig: no sólo Reinhardt y Jessner en Alemania, y Stanislavski en Rusia, sino Gemier y Copeau en Francia, Lidberg en Suecia, Schanche en Noruega, Johannes Poulsen en Dinamarca.




Pero sin que esa superficialidad desaparezca, pues nadie o casi nadie ha podido penetrar hasta el fondo del pensamiento teatral de Craig, al que ni siquiera él mismo, en su Hamlet del teatro de Arte de Moscú, consiguió dar las dimensiones deseadas. En los años que siguen a la Gran Guerra, en todos los países, al calor de las ideas de Craig y de Appia, numerosos teóricos y prácticos del teatro se ocupan del espacio escénico, de la identidad sala-escena, y, por tanto, de la relación espectador-espectáculo.

Max Reinhardt

Max Reinhardt


(Maximilian Goldman; Baden, 1873 - Nueva York, 1943) Director de teatro y cine austríaco. La figura de Max Reinhardt representa un auténtico mito dentro del mundo del teatro por sus cruciales aportaciones a esa disciplina artística. Los trabajos escénicos de este creador han pasado a la historia por su enorme capacidad para crear formas impresionistas mediante el uso de la luz, contraviniendo la práctica habitual basada en el naturalismo, y por el cobijo otorgado al revolucionario movimiento expresionista que más tarde daría sus principales frutos en el terreno cinematográfico.
El juego de luces y sombras, tamizadas por cortinas, así como unos imaginativos decorados, le sirvieron para crear una continua sensación de movimiento que expresaría las tensiones internas de la obra dramática. Ese contraste violento de tinieblas y claridad posibilitaría también la creación de una atmósfera densa, donde los actores se expresarían mediante la mímica y la gestualidad del cuerpo antes que a través del simple recitado enfático del texto.
Impulsor y dinamizador de numerosos experimentos teatrales cercanos en ocasiones a la vanguardia, Max Reinhardt tuvo igualmente una influencia capital en la configuración del expresionismo cinematográfico y en la enseñanza teórica de futuros directores e intérpretes tan emblemáticos como Ernst Lubitsch, Friedrich W. Murnau, William Dieterle o Emil Jannings.
No contento con ello, el creador de instituciones escénicas tan prestigiosas como el Volksbühne de Berlín o el Theater in der Joseftadt de Viena dio además el salto a la práctica como director en algunos momentos. Así, en 1913 firmó el díptico formado por Die Insel der Seligen y Eine Venezianische Nacht, donde intervinieron actores como Alfred Abel o Erika de Planque y que sobre todo pretendió ser un primer acercamiento a la dirección cinematográfica. Seis años después, la adaptación de un fragmento de Ricardo III, según la obra de William Shakespeare, protagonizado por Conrad Veidt, cerró estas incursiones tras las cámaras de Max durante el periodo mudo.
Sin embargo, su verdadera aportación al mundo del cine llegó con El sueño de una noche de verano (1935), codirigida junto a su discípulo William Dieterle. Tras el ascenso al poder del régimen nazi de Adolf Hitler, Max Reinhardt emprendió un largo exilio por Inglaterra, Francia e Italia que desembocó finalmente en los Estados Unidos. Recibido como uno de los creadores más importantes de la historia del teatro, la Warner puso en sus manos la posibilidad de adaptar la famosa obra de Shakespeare, que Max Reinhardt acababa de llevar a los escenarios de Estados Unidos en un espectáculo al aire libre concebido para 25.000 espectadores.